Noosfera e hiperrealidad. Un te quiero y un adiós.

Solamente quiero despedirme de aquí. El objetivo del blog que cumplió con creces. Es decir, un blog tiene una parte de interacción social de la cual emanan quedadas, congresos y lazos de intereses.  Como no soy sociable, no entenderé porque debo serlo acá. Y otra parte del desahogo continuo con sus aficiones. El caso es que no sé si destruir este blog o no. O esperarme y dentro de unos cuantos años volver con otro. Pero una cosa siempre ha sido y será: soledad y excentricidad. Y orgullo de ello.

Aún me acuerdo de la frase que acompañaba al blog. «La soledad del excéntrico» «Para la humanidad pero sin ella».  No sé si el abuso de internet está provocando en mi ese cambio del cerebro del cual tanto se habla. Poca capacidad de concentración, volatilidad de ideas, rápido y rápido.  Además la realidad de afuera no deja de ser tan hostil e indiferente como siempre. Pero ahora ya no tengo un sitio para cobijarme de ello, pues acá también he perdido la ganas.

Esas ganas, ansias son quemadas porque tengo que estar con toda mi maquinaria mental pensando todos lo procesos sociales que salen a mi alrededor.  Y no encuentro esas 3 horas por entrada que necesito por entrada. Cuando llegan las 20:00 solamente quiero radio, música, ver series en inglés o algo menos intelectual que sea mas suave que una diarrea mental.  No aguanto ahora a nadie y a nada. Todo me agobia, todo me cansa y estoy info-toxicado…

La pasión de escribir mis anécdotas las he perdido pues me consta que cuatro o cinco personas que me conocen en la realidad siguen viendo este blog. Y eso para serte sincero, no me gusta. La ventaja de mis psique quiero dársela a anónimos, no a conocidos. También porque no es reto escribir en español. ¿Os apetece entradas en inglés macarrónico? ¿Alguien con mucho tiempo con un blog y que tenga esas disquisiciones de abandonar un blog?